Historiar una novela, contar un cuento, narrar sucesos de tiempos pasados, es todo una forma de recopilar información o ideas de épocas pasadas. ¿Por qué es tan importante para el ser humano el querer almacenar datos o vivencias remotas?

Esa necesidad viene dada  por querer conservar recuerdos , buenos o malos, para poder transmitirlos a generaciones venideras. Desde tiempos de la antigua Sumeria a la actualidad, vivimos acumulando datos, cifras, recordatorios o lo que llamamos acontecimientos relevantes o históricos. Contabilizar las cabezas de ganado,los kilos de cereal, el número de esclavos,el número de defunciones y de nacimientos. Escribas, notarios, cuenta cuentos, maestros, periodistas y profesores, son los profesionales de la escritura, la palabra o la oratoria. Gracias a ellos nos ha llegado al tiempo presente una información que, sesgada o no, objetiva o no, es la que nos ha sido transmitida.

La Historia local, la microhistoria, esa que no suele interesar mucho a los grandes historiadores ya que en ellas no se dan sucesos “relevantes”, es la que quiero poner en valor en la sección de este rotativo. Personajes notorios de nuestra población, festividades y tradiciones ilicitanas, efemérides y acontecimientos importantes que marcaron y marcan  el día a día de muchos ilicitanos, es lo que pretendo traer a colación en estos artículos de opinión.

El objetivo no es más que el intentar hacer llegar al ciudadano de a pie, aquel que desconoce la historia pasada o reciente de su pueblo, sí, de su pueblo, un sinfín de sucesos , gestas, curiosidades o tradiciones …para que le ayuden a poner en valor, la tierra que lo vio nacer o aquella que lo acogió con los brazos abiertos. Aquella antigua ILICI, que como a mí, a muchos nos tiene enamorados. Porque el sentirse ilicitano, creo que es a día de hoy, y al menos para el que escribe estas líneas, una de las cosas más serias que uno puede llegar a ser.

No me gustaría finalizar  sin nombrar al erudito , pintor, escritor y arqueólogo, Don Pedro Ibarra Ruiz. Sin este célebre personaje, gran parte de nuestra Historia, no hubiese podido ser conservada, conocida y por ello, valorada.

“No se puede amar lo que no se conoce ni defender lo que no se ama”.