OPINIÓN

Los ciudadanos de mi pueblo somos así, unos días más, unos días menos, puede, que hasta con cerebro


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Antonio Buitrago
13 de abril de 2024 - 01:09

Nací y, al paso que llevo, también la diñaré en Elche, mi pueblo, un gran pueblo, con gente buena, con gente regulera, y con gente que no siempre parece gente, aunque tampoco, ornitorrincos. Y tomando un café (a veces uno no puede escoger), con uno de estos últimos, al que un poco antes había multado la Policía Local por estacionar en un paso de cebra no lejos de una rotonda en zona escolar y, a hora punta. La tostada con tomate no me ha sentado tan bien como suele hacerlo, y eso, que le he puesto la sal recomendada. El tipo, ilicitano chaparrete, de tobillo ancho, buena verborrea, el pelo justo, de ideas dispersas y como buen ilicitano, todo un enamorado del arroz con costra. A mí, al camarero, al proveedor de la cerveza tostada, qué ya me dirás tú como se tuesta la cerveza, y a las dos muchachas de mirada inquisitiva que había en el rincón. Nos ha puesto a la Policía Local a caer de un burro, y junto a la Policía Local, al nuevo gobierno local y a sus siglas, porque según parece, estos ladrones sólo saben sangrar a los ciudadanos por medio de sus esbirros uniformados. A la pregunta de; ¿pero estabas mal aparcado, si, o no?, ha respondido que sí, pero que sólo han sido dos minutos, y claro, si sólo han sido dos…

Dos minutos, una multa bien puesta, un tipo chaparrete de verborrea ágil y tobillo ancho capaz de meterse entre pecho y espalda un arroz con costra para seis, él solito. Y tenemos todos los ingredientes para una peli de miedo sino fuera por lo ridículo que suena la excusa de que, por dos minutos… yo no sé ustedes, pero como hijo de unos padres mayores, que viven solos, ella, con la movilidad muy reducida, él, con un estado avanzado de alzhéimer, y hasta hace bien poco, con una hermana de 45 añitos con el síndrome de Down. A la Policía Local de Elche, y no por gusto o interés, e independientemente del color político del gobierno local y de cuantas multas me ponga por estacionar mal, uno, dos, tres, o cuatro minutos, sólo le debo agradecimiento y admiración. A lo mejor es porque yo no soy de los que ven enemigos en todas partes, no lo he sido nunca, y tampoco lo he sido según se me tocara más o menos el bolsillo, especialmente, si me lo tocaron por tontainas. Claro que, a lo mejor, la culpa de todo es de mis tobillos, que, aunque no lo he dicho hasta ahora, son la mar de normalitos, y con esto no digo que todos los de tobillo ancho sean como el tipo que me ha jodido la tostada con tomate, pero, mientras no haya ningún estudio universitario que lo afirme, pues oye, a lo mejor sí, es eso.

Sea como fuere, en Elche hay un mucho de todo, y es por eso el que nos divertimos tanto como lo hacemos, muchas veces, casi todas, escuchando chorradas, en este caso como la de tipo de la cafetería, en otros, directamente de la corporación local cuando echan la culpa de lo que no hicieron cuando gobernaron, a los que ahora gobiernan y si, lo hacen o plantean. Estoy muy orgulloso de mi pueblo, de su Policía Local, de la mayoría de sus gentes, y por supuesto y aunque hoy no, espero que mañana si, de las tostaditas con tomate que suelen acompañar mis cortados de a primera hora de la mañana.