HISTORIA

Luis Gonzaga Llorente: el ilicitano que puso en pie el primer teatro de Elche

Dramaturgo, actor y figura clave del siglo XIX, fue también alcalde, diputado provincial y un referente liberal que defendió la cultura desde la política
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Iván Hurtado
19 de abril de 2025 - 05:52

Hablar del nacimiento del teatro en Elche es hablar, sí o sí, de Luis Gonzaga Llorente de las Casas. Nacido en 1822, este escritor, actor y director de escena fue mucho más que un artista: fue un auténtico impulsor de la vida cultural, social y política de su ciudad. En pleno siglo XIX, cuando Elche todavía carecía de un espacio escénico, Llorente se convirtió en el alma de un proyecto ambicioso que acabó materializándose en el primer gran teatro ilicitano.

Su amor por el teatro empezó muy pronto y lo llevó a formarse en el Liceo Artístico y Literario de Alicante, donde también fundó la revista La Amenidad. Allí desarrolló sus primeras obras y ejerció como secretario y director de la sección de declamación, cultivando una visión del arte como herramienta de transformación social. Pero Llorente no se quedó solo en los escenarios: dio el salto a la política con la misma convicción con la que escribía.

Militante del Partido Liberal de Práxedes Mateo Sagasta, defendió ideas progresistas y apostó por una sociedad más ilustrada. Fue elegido diputado provincial en dos ocasiones (1866 y 1870), y entre julio de 1879 y febrero de 1880 ocupó el cargo de alcalde de Elche. Durante su mandato, impulsó iniciativas culturales y sociales que respondían a una visión moderna y abierta de la ciudad, buscando acercar la educación y las artes al conjunto de la población.

Llorente creía firmemente que la cultura debía tener un papel protagonista en la vida pública, y eso se reflejaba en sus decisiones políticas. Ante la falta de interés institucional por construir un teatro, no dudó en liderar una iniciativa ciudadana para hacerlo realidad. Reunió junto a otros ilicitanos cien mil reales vellón para adquirir un solar en la calle del Piñón, donde entre 1863 y 1865 se levantó el Teatro de Elche —que más tarde llevaría su nombre—, con un aforo de 600 personas.

La inauguración tuvo lugar el 3 de junio de 1865 y fue una celebración en toda regla, con himno propio y dos funciones teatrales. A partir de entonces, Elche dejó de ser un pueblo sin teatro y pasó a formar parte del circuito cultural de la provincia. Llorente también escribió y estrenó sus propias obras, muchas de ellas en valenciano y muy ligadas al entorno local, como Pepeta la espardeñera, Ramona o la perla del campo y Un brazalete de pelo.

Como intelectual comprometido, también colaboró en numerosos periódicos de la época como El Ilicitano, El Vinalopó, El Bou, El Látigo y La Rata, donde firmaba a veces con el nombre completo de Luis Gonzaga Llorente de las Casas Medina y Ruiz de Sax. Su obra y pensamiento reflejaban un espíritu ilustrado, combativo y profundamente ilicitano. Hoy una calle en Elche lleva su nombre, pero su verdadero homenaje está en cada función que sube al escenario, en cada aplauso que resuena en los teatros de su ciudad. Porque gracias a él, Elche aprendió a amar el arte en voz alta.

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