En su día a día, las personas que padecen enfermedades que derivan en problemas de movilidad, como es la esclerosis, afrontan muchos problemas provocados por padecer esta patología, y muchas veces se enfrentan a situaciones desagradables en las que, desgraciadamente, no pueden hacer nada. A una de estas problemáticas se tuvo que enfrentar Marcial Lucas (Elche, 1972), que para desplazarse a cualquier lugar utiliza moto eléctrica.
Problema con el servicio de taxis
Cuenta Marcial que el pasado 14 de junio se desplazó desde la ciudad deportiva con su hijo, que había sufrido una luxación en el dedo entrenando, hasta el Hospital General de Elche en torno a las 20:30. Lo hicieron en autobús, con Lucas en su scooter ya que al estar el pequeño con la mano herida, no podía ayudarle a plegar la moto eléctrica y meterla en el coche. Llegaron al centro médico, y una vez acabadas las pruebas pertinentes, con el joven con la mano vendada y a las doce de la noche, llamaron a Radio Taxi Elche para volver a casa, ya que entonces no pasaban buses.
Cuando atendieron a Marcial, se encontró con una desagradable situación que describe así: “Se puso una chica súper amable (con tono irónico). Les pedí un taxi para el hospital general, pero le dije que tuviera en cuenta que iba con una scooter porque tengo una minusvalía y me dijo que no me lo podía mandar porque solo mandan a la gente que va en sillas de ruedas. Le expliqué mi situación por si no me había entendido bien, pero me dijo que no podía mandármelo porque iba en moto y se puso muy tirante. No me mandó un taxi y colgué”.
Lucas describe esta situación con la congoja y el agobio que le supuso verse entonces a las doce de la noche con su hijo sin medio de transporte para volver a la zona de la Universidad Miguel Hernández, donde reside: «No entiendo que le dicen a la chica que me atendió para que me diga que no me manda un taxi porque no voy en silla de ruedas. Si estás tú solo ya harás lo que tengas que hacer, pero yo estaba con mi hijo y en ese momento te sientes impotente como padre. Falta mucha empatía”. Finalmente, pudo resolver la situación acudiendo de urgencia a llamar a un familiar cercano para que se acercara a por él y su hijo. Al día siguiente, su hermana le contó a un taxista la situación y este tampoco la entendía, pero apelaba a ‘engañar’ al servicio la próxima vez diciendo que va en silla de ruedas y no en scooter, por lo que la sorpresa siguió siendo manifiesta.
El día a día
Marcial aún tiene la tensión y perplejidad del momento en el que se quedó tirado a las doce de la noche con su hijo en el hospital. Este fue un mal suceso que tuvo que afrontar, por suerte, de manera pasajera y que ahora, poco más de una semana después, intenta olvidar mandando un importante mensaje a las personas que se puedan enfrentar a un suceso similar: «Te puede pasar, pero si hay que mover algo o poner alguna queja, que lo hagan y sigan adelante, que no agachen la cabeza. La vida es así, pero también hay gente buena».
En lo que refiere al día a día de Marcial, lo afronta con la mayor normalidad posible. Asiste a la universidad a hacer ejercicios con la ayuda de personas que han estudiado CAFD (Ciencias de la Actividad Física y el Deporte) y es parte de un estudio que ha demostrado que haciendo ejercicio, los pacientes de esclerosis mejoran su calidad de vida para el día a día. También ha participado en charlas puntuales mandando mensajes importantes para concienciar sobre la enfermedad que padece: «Nosotros no nacemos con esta patología, éramos como vosotros y teníamos una vida y un trabajo, pero el día menos pensado te levantas, por ejemplo, con dolor en un brazo. Te preguntas por qué te pasa y después de ir al médico te van derivando hasta que te dan el diagnóstico». Así pues, Marcial manda un mensaje de mirar al futuro, de resiliencia para personas que estén o puedan estar en su lugar de cara a enfrentarse a una situación desagradable como la que le ha tocado vivir.