Ya es oficial, Mazón ha dejado de ser el President de todos/as los valencianos/as; no sabemos si por propia voluntad o por la exigencia de sus socios de la ultraderecha de VOX. El jefe del Consell no es capaz de articular propuestas ni políticas públicas encaminadas a aprovechar la buena coyuntura económica nacional para hacer de la Comunitat Valenciana una tierra de oportunidades, prospera y de creación de empleo.

Al parlamento valenciano acaban de llegar cinco Proposiciones de Ley signadas por los portavoces del PP y VOX; cinco proposiciones normativas ideológicas que van desde el recorte al uso de la nostra llengua, hasta el control más absoluta de la radiotelevisión pública valenciana. Pero quizá lo más doloroso es la Proposición de Ley de la Concordia; proposición que pasa por derogar toda la normativa autonómica en materia de memoria democrática y sustituirla por una norma blanqueadora del franquismo.

¿Se imaginan en Alemania a los grupos conservadores promulgando una ley que ponga al mismo nivel a las víctimas del holocausto judío con sus verdugos nazis? Pues en nuestro país está pasando, y está pasando en los parlamentos autonómicos donde la extrema derecha y la derecha extrema están gobernando. Primero fue Castilla y León, luego Aragón y ahora toca el turno de la Comunitat Valenciana.

El entorno de VOX justifica esta ley porque según ellos persigue igualar a las victimas de la guerra civil española con las victimas del Frente Popular desde el año 1931 (ojo que el Frente Popular se constituyó para las elecciones legislativas de 1936). ¡Este es el nivel!

De todas formas, en España aún nos queda mucho para profundizar en el hecho de la justicia y la reparación de las victimas del Golpe de Estado del 36 y de la posterior dictadura franquista; los gobiernos progresistas de todas las administraciones publicas con capacidad legislativa han ido a lo largo de estos años levantando un camino que pusiera fin al olvido y la discriminación de las victimas del bando que defendió la democracia y la libertad.

Por cierto, cuando oigo hablar de Concordia a la ultraderecha me viene rápidamente a la mente las palabras del alcalde de Elche, Pablo Ruz cuando a propósito de la retirada del monumento franquista de la cruz de los caídos del Paseo de Germanías, exclamó: “si quieren acabar con el monumento, antes tendrán que acabar conmigo”. Tengo la sensación de que cada día que pasa, Ruz está poniendo a su antecesora Mercedes Alonso como una estadista, dialogante y con talante moderado.