OPINIÓN

Museo de Arte Contemporáneo de Elche

18 de marzo de 2024 - 09:52
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Para amar la cultura es necesario conocer la realidad de las cosas, aquello que representa su verdadera esencia. En Elche hemos sido especialmente débiles en querer nuestras señas de identidad cultural, nuestros valores como ciudad, eso que nos hace ser especiales como ilicitanos, sin caer en un chovinismo pueblerino.

Me contaba un alcalde (se pueden imaginar quien) que antes de la declaración de Patrimonio de la Humanidad Misteri muy poca gente quería ir a las representaciones. Era ese momento donde las invitaciones institucionales costaba regalarlas y donde nuestra seña de identidad era fundamentalmente la industria del calzado.

Recuerdo en la visita de una amiga asturiana que no dejaba de alucinar con el verde de nuestras palmeras y de nuestro paisaje mediterráneo. Una creación tan artificial como bella. Como podrán suponer, pensé que algo me había perdido si una asturiana se obnubila con nuestro verde, mientras ellos tienen la belleza natural por castigo.

Cuando un visitante venía a la ciudad y preguntaba a cualquiera de nosotros por donde podían ver el palmeral, simplemente decíamos: “todo lo que ve es el palmeral”. Luego, como el mejor de los anfitriones, los enviamos al Parque Municipal o al Huerto del Cura.

En mi época de concejal de Huertos, Parques y Jardines, tuve el honor de comenzar la construcción del Museo del Palmeral en el Huerto de San Placido. Un espacio para explicar cómo en una tierra árida se pudo sacar un rendimiento agrícola máximo, siglos atrás, y una belleza paisajística hoy y por siempre (si no vuelve otra plaga en forma de insecto o de planificación urbanística voraz).

Hemos necesitado que desde fuera resalten nuestros dos Patrimonios de la Humanidad y sufrir la ausencia de nuestra Dama para darnos cuenta que Elche fue y es una ciudad cultural de primer orden, pero que sigue sin reconocer sus valores.

Admiramos el Prado, el Reina Sofia, el Thyssen o el Pompidou, pero, sin embargo, seguimos sin entender que Elche cuenta con una colección de obras (cedidas gratuitamente) de los pintores más importantes del siglo XX que representaron la vanguardia en el tardofranquismo y la transición democrática. Un proyecto colectivo para la memoria colectiva. Un ejemplo de esos que necesitamos para seguir sintiéndonos orgullosos. Tranquilos, no salgan corriendo a visitarlo, el museo sigue cerrado, como siguen cerradas las mentes que no ven en la cultura un valor ilicitano.