OPINIÓN

Por un puñado de bollos

25 de mayo de 2024 - 09:33
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Esta semana, los medios de comunicación de Elche se han hecho eco de una denuncia del PSOE local sobre el gasto de 380 euros mensuales en desayunos por parte del gobierno municipal. Esta noticia, aunque pueda parecer insignificante en términos económicos, revela dos cuestiones fundamentales sobre la política local y la fiscalización por parte de la oposición.

En primer lugar, pone de manifiesto que en el ámbito político, cualquier acción, por pequeña que sea, puede eclipsar cien cosas bien hechas. Esto plantea un dilema sobre la estrategia política: optar por hacer lo justo sin cometer errores o hacer mucho sabiendo que, eventualmente, se cometerán errores. La ciudadanía tiende a dar por hecho que las cosas deben hacerse bien y castiga los errores con severidad. De ahí que políticos como Mariano Rajoy o Carlos González hayan adoptado la estrategia de «menos es más». Personalmente, prefiero a aquellos que hacen cien cosas bien y cinco mal o regular, dando todo por servir al ciudadano. Sin embargo, si uno asume un margen de error humano y matemático, es crucial no agravar la situación con minucias como el gasto en desayunos. Este es un error.

La denuncia del PSOE sobre el gasto en desayunos del equipo de Ruz es un claro ejemplo de cómo la oposición está con las pilas puestas y dispuesta a fiscalizar todo. En este caso, la cantidad gastada es ridícula y puede que justificada, pero la percepción pública es lo que cuenta, y al ciudadano puede no gustar. En política, la atención a los detalles es un desayuno completo.

Por otro lado, entrando en «harinas», esta situación también podría interpretarse como un indicador de que el gobierno municipal está realizando un buen trabajo en términos generales. Si la oposición, en este caso el PSOE, tiene que recurrir a estas cosas para criticar al gobierno, podría ser una señal de que no hay cuestiones más graves o significativas a las que atacar. Esto podría verse como un respaldo indirecto a la gestión del equipo de Pablo Ruz, sugiriendo que, a falta de problemas mayores, el gobierno está cumpliendo adecuadamente con sus responsabilidades.

No obstante, esta noticia también invita a reflexionar sobre la coherencia y la memoria histórica en la política. Es importante recordar que las críticas actuales del PSOE contrastan con situaciones pasadas. Quienes hemos estado en la política local recordamos bien el estado en el que encontramos el Ayuntamiento en 2011, con facturas del gobierno socialista en diversos restaurantes de la ciudad. Por ello, sorprende que el portavoz socialista Héctor Díez haya difundido un vídeo criticando este gasto, alegando que los socialistas siempre se han pagado sus desayunos. La memoria selectiva puede ser una herramienta política poderosa, pero también un arma de doble filo.

Como concejal, preferí no pasar una sola dieta al Ayuntamiento y sé que no sirvió para nada más que para sentirme bien. En política, como en la vida, son los detalles los que marcan la diferencia. Vivimos en una época política en la que se habla más de los errores que de los logros reales. Creo firmemente que todos los representantes municipales quieren hacerlo bien pero se desgastan demasiado en perder el tiempo en buscar los errores de los demás y no en destacar y trabajar por su potencial y virtudes. Aunque requiera más esfuerzo y más tiempo, el bollo siempre estará más bueno, ya sea dulce o salado.