Tenemos la gran suerte de vivir en una zona privilegiada, climatológicamente hablando. Poder disfrutar de más de 300 días de sol al año, y tener apenas 2 o 3 meses de frío, hacen sin duda, que, en nuestra ciudad, se pueda disfrutar de la vía pública, de sus calles y de sus plazas. Por ello, nuestro ayuntamiento, debe apostar por ofrecer autorizaciones tanto de terrazas, como de quioscos que ya existen, y por qué no, localizar nuevas ubicaciones que puedan surgir.

No es de recibo, que, en la actualidad, la gran mayoría de quioscos que existen en la ciudad, estén abandonados y sin uso. Cualquier equipo de gobierno local, debería ser ágil, para volver a ocupar cualquier quiosco que quede desierto o vacío. Me viene a la cabeza, el quiosco que fue de venta de flores, en una calle de mucho paso, en la intersección de la calle Reina Victoria y Gabriel Miró, una zona donde pasan peatonalmente un gran número de personas, los que se dirigen hacia el centro, los que bajan hacia la zona de pisos azules y la cruz de los caídos, los que suben hacia la plaza de España y corazón de Jesús, además de una zona de paso muy concurrida, es una zona donde existen oficinas, entidades bancarias, clínicas, notarías, agencias inmobiliarias y otros muchos negocios emplazados en esta zona. ¿¿Cómo puede ser que ese quiosco se encuentre cerrado, desde hace más de un lustro?? Desde que el negocio de venta de flores cerró, nada se ha hecho por licitar su adjudicación y explotación. No llego a entender cómo en una zona de tanto paso de gente, tengamos ese emplazamiento cerrado, sucio y deteriorado. Es fiel reflejo de la gestión que se ha hecho en esta materia, en los últimos 9 años.

No deja de ser a modo de ejemplo el quiosco indicado, pero son muchos los que se encuentran en las mismas circunstancias, no podemos permitir que nuestro ayuntamiento, tenga tanta dejadez en esta materia. Supongo que el actual equipo de gobierno, y teniendo en cuenta el gran volumen de proyectos que ha puesto en marcha en muy poco tiempo, trabaje por volver a llenar la vía pública de vida, ya que nuestra temperatura invita a que se pueda desarrollar en nuestras calles y plazas, cualquier tipo de negocio, con la creación de puestos de trabajo que ello conlleva.

Al igual que hace 10 años, determinados emplazamientos, que únicamente servían para acumular heces y orines de mascotas, como el espacio que existía junto a la antigua tienda de El Cid, antes de cruzar el puente hacia la plaza Baix, y el solar que existía en la medianera de la calahorra, se licitaron para cambiar la imagen de dichos lugares, debería realizarse un estudio, para convertir rincones olvidados y sucios, en lugares con encanto. Licitar los quioscos cerrados para que se ocupen, y encontrar nuevos emplazamientos, debería ser una de las tareas que el actual gobierno pusiera en marcha.

La apuesta de ocupar la calzada para permitir terrazas donde no se podía, la licitación de quioscos, o la osadía de quitar la zona ajardinada de rosales en la plaza del paseo de Eres de Santa Lucía, supuso hace algunos años, llenar nuestra ciudad de mesas y sillas, pero sobre todo, le dimos vida a nuestra ciudad, convirtiendo en un antes y un después, la imagen de nuestra ciudad, supimos sacar los negocios y la hostelería, y por ende a los ilicitanos,  a la calle, y se supo dinamizar económicamente el sector, y crear mucho empleo.

Trabajo, ordenanzas y licitaciones, son las herramientas necesarias para que lo que se ha abandonado estos años, vuelva a florecer, y hablando de florecer, espero ver pronto, de nuevo abierto ese quiosco de flores que cerró, y, que, aunque ya no se vendan flores, podamos pedir un café para llevar, un perrito, o comprar la prensa, como sucede en las grandes ciudades. Estoy convencido que el actual Equipo de Gobierno de nuestra ciudad, volverá a apostar por los quioscos y terrazas.