Ruta Palau d’Altamira – Camino del Pantano – Paraje de los Algezares

Nuestra ruta de hoy, la primera en Elche Capital, no puede ser más ilicitana. Nos llevará por desde el Palau d’Altamira al Camino del Pantano y la prolongaremos hasta el Paraje de los Algezares en Aspe. Luego cruzaremos el río Vinalopó para visitar la peña de la Dama de Elche, los puentes de Cuatro y Cinco Ojos y el Aljibe, regresando por la otra orilla, pasando por el Merendero y el Camí dels Magros para llegar a la ciudad. Iniciamos desde el Palau d’Altamira, amaneciendo y con la iluminación todavía encendida. Avanzamos para entrar al Parque Municipal por la Oficina de Turismo, para ver la Palmera Centinela, en honor a Pepe Tejera. Pasamos a la Palmera de don Diego, un ejemplar singular que tuvo cinco brazos, pero en la actualidad tiene cuatro. Fue donada por Diego Ferrández Ripoll. Seguimos por el estanque de los patos al Molí del Real y la Acequia Major.

Cruzamos la carretera para entrar en el Parque Infantil de Tráfico, por la izquierda hasta el final, donde hay una pasarela metálica sobre la Acequia Major para bajar por la pista de cemento a la ladera del río Vinalopó. En la Rafa Vella pasamos a la otra orilla, donde comienza el sendero balizado a la Presa del Pantano. Marchamos por debajo del Pont del Bimil.lenari y por el lecho del amplio cauce caminamos entre vegetación y palmeras. El sendero discurre paralelo al cauce del río cubierto por la vegetación de invernal, luego serpentea esquivando los troncos de un bosquete de taray y por medio de unas pasarelas de madera cruzamos a la otra ladera. Llegamos a las grandes tuberías del conducto del canal del río Taibilla que abastece de agua potable a la ciudad. Han colocado unas rampas y escaleras metálicas para superar esta dificultad, haciéndola asequible para la mayoría de gente.

Avanzamos dejando atrás el puente de la autovía y más adelante volvemos a cruzar el cauce del río por un puente de madera, a poca distancia del Clot del Diable, que ante el poco caudal queda cubierto por la vegetación. Seguimos por esta ladera y después de bajar unos escalones con baranda de madera, conectamos con la carretera del pantano, que dejamos enseguida por la izquierda, para comenzar a caminar por un sendero que bordea la Acequia Major. Sobrepasamos por debajo la antigua ubicación del Molí dels Magros hoy derruido, y por otra pasarela de madera cruzamos la Acequia Major que queda protegida por un muro mientras el sendero continúa rodeando la ladera. En esta zona quedan a la vista las antiguas canalizaciones que perforaban la sierra para abastecer de agua al Molí dels Magros. También queda en pie un viejo acueducto de un arco que suministraba agua en la otra vertiente. Nos vamos acercando a la amplia explanada donde está el edificio de la Central Eléctrica, ya en desuso, y a pocos pasos del espléndido mirador para contemplar el gran espectáculo de la presa del Pantano d’Elx.

Pese a su pequeña envergadura y el exiguo caudal que nos llega del río Vinalopó después de un recorrido de más de 90 km desde su nacimiento en la Sierra Mariola, es admirable ver su hermosa cortina de agua caer por rebosamiento de la presa de arco. Sin quitar ojo al impresionante efecto visual de la cortina de agua, comenzamos a subir lateralmente por los inclinados peldaños esculpidos en la roca caliza, con barandas de madera y metálicas que nos ayudan a superar el fuerte desnivel. Por una puerta metálica y una rampa accedemos a la base de la Caseta del Pantaner y al propio muro de la presa, vallado por su peligrosidad, pero que nos otorga una formidable vista a ras del agua con algunas aves acuáticas. Ahora proseguimos por el nuevo pantalán que han instalado a nivel de las aguas y que en sus 70 metros aproximadamente de longitud permite un agradable paseo contemplando las represadas aguas del Pantano. El pantalán termina desembocando en un ancho camino de tierra que continúa rodeando El Castellar de la Morera (277 m.), arriba quedan restos de un poblado íbero, cuyo yacimiento está descuidado y casi abandonado.

Arribamos a un cruce de caminos con la Sendera d’Hondón a Elx con buenas vistas al acueducto del antiguo Canal de Desviament, ahora sin uso. Seguimos por la izquierda, entrando en la cola del Pantano y su mar de carrizal. Tras una leve pendiente alcanzamos un rellano con un poste con paletas y diversos paneles informativos que describen el entorno del Paraje Natural Municipal de los Algezares, declarado en 2013. Entramos en el municipio de Aspe. Nos separamos un poco del cauce del río y el escenario cambia a un paisaje totalmente socavado conocido por Los Barrancos, presentando una gran variedad de materiales entre los que destacan las arcillas, margas y yesos. Estas rocas blandas junto con el clima de la zona y principalmente las lluvias torrenciales, hacen que estos materiales se intercalen con otros más resistentes, dando lugar a formas curiosas y colores por erosión diferencial. El camino vuelve al cauce del río y poco después veremos sobre un hito de piedras un cartel de madera pintado toscamente “Senda para cruzar el río” Lo vadeamos sobre una pasarela de madera a tal efecto. En la otra orilla subimos y bajamos para entrar al principio del Barranco de los Cinco Ojos, pero solo llegamos hasta la peña de arenisca roja, conocida como la Dama de Elche por su contorno semejante. Regresamos al inicio.

Ahora por la izquierda damos un rodeo y subimos arriba donde está el Aljub, de origen árabe, y girando a la izquierda, llegar al rellano donde poder admirar el Acueducto de los Cuatros Ojos, obra realizada para abastecer agua potable a Elx. Almorzamos en una loma cercana por la que luego tenemos que iniciar el regreso por esta vertiente. Comenzamos a descender hacia un camino que distinguimos al fondo y que nos lleva a una zona encharcada. Caminamos por un entrante del pantano donde el agua ha invadido tierras con costras salinas que dejan un cerco blanco. En la parte alta vemos el inmenso mar del carrizal meciéndose y ocupando toda la Cola del Pantano. El camino termina en una puerta metálica, pero por la izquierda se ven rastros por donde sube la gente. Entramos dentro de una finca plantada de cítricos que atravesamos por completo con vistas a las aguas del Pantano.

Salimos de la finca subiendo una cuesta y en la parte alta volvemos a tener espléndidas panorámicas del agua embalsada, y por detrás, alejados de la cola del Pantano, el carrizal, y en las montañas las antenas del Tabaiá (403 m.). Separados del cauce, entre loma y loma, podemos seguir escrutando a la altura del muro de la presa, la Caseta del Pantaner y la Central Eléctrica, y por este lado, las erosionadas crestas y cárcavas de la sierra del Murón (341 m.). Proseguimos por buen camino disfrutando de un gran día luminoso hasta enlazar con la carretera del Merendero, donde entramos para hacer una parada técnica a los servicios, tomar un trago de agua y continuar la marcha. Al seguir por la parte alta dejamos de ver el río; giramos a la derecha por debajo de la A-7 para conectar con el Camí dels Magros hasta llegar a la rotonda del Pont del Bimil.linari, donde el grupo se divide, los del Raval y los del Plá, para llegar a casa.