En 1985, España estuvo muy cerca de albergar el que sería el primer parque temático de Disney en Europa. Entre las candidaturas finalistas figuraba la zona de las Salinas de Santa Pola y el sur del campo de Elche, compitiendo con otras ubicaciones como Tarragona, Castellón y Valencia. Sin embargo, el 18 de diciembre de ese mismo año, Disney anunció que el proyecto finalmente se construiría en Marne-la-Vallée, a 32 kilómetros de París, descartando así la opción española.

La elección de Francia se fundamentó en varios factores clave. Según el comunicado oficial, influyó la densidad de población, con 40 millones de personas en un radio de 300 kilómetros, la alta renta per cápita y unas infraestructuras más avanzadas, incluyendo la construcción de un tren de alta velocidad (AVE) que conectaría directamente el parque con las principales ciudades europeas. Además, Francia era en los años 80 el país más visitado del mundo, mientras que España ocupaba posiciones inferiores.

Aunque España ofrecía ventajas como su clima mediterráneo, la decisión se inclinó por París debido a su proximidad a grandes núcleos urbanos y aeropuertos internacionales. Otros factores también jugaron un papel, como el compromiso del gobierno francés de facilitar la urbanización de la zona, incluyendo la construcción de una nueva ciudad y una amplia oferta de ocio alrededor del parque.

Además, se ha especulado sobre influencias personales y políticas en la decisión. Según el conseller valenciano de Industria de la época, Segundo Bru, el presidente de Disney, Michael Eisner, prefirió París debido a su vínculo personal con Francia, ya que su esposa era parisina, a pesar de que algunos ejecutivos, como James B. Cora, defendían la propuesta española, que incluía la construcción de una marina de lujo en el Mediterráneo.

Otros factores negativos para España incluyeron el atentado de ETA en Castellón en agosto de 1985, que generó inquietud entre los directivos de Disney. Por otro lado, el apoyo masivo de la población francesa a la iniciativa, con un 89% de respaldo en una encuesta nacional, también resultó decisivo.

Finalmente, EuroDisney abrió sus puertas en abril de 1992 en Francia, consolidándose como el destino turístico más visitado de Europa con cerca de 15 millones de visitantes anuales.

Sin embargo, al mirar atrás, quizá nuestra tierra no salió perdiendo del todo. Muchos se preguntan si el parque habría cambiado el carácter de la zona, tal vez haciéndola perder parte del encanto que define al Mediterráneo. Mientras EuroDisney sigue envuelto en grises cielos parisinos, el sol continúa brillando sobre nuestras tierras, reflejando el carácter cálido y único que nos diferencia, y preservando una esencia que ni siquiera Disney podría replicar.