El proyecto de renovación del barrio de San Antón, en Elche, continúa avanzando en aspectos importantes como los desalojos y la próxima demolición de los bloques más antiguos. Sin embargo, el punto clave para garantizar la continuidad de las obras es la firma de un convenio a tres partes entre la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Elche y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Por el momento, tanto el Ministerio como el Ayuntamiento han dado su visto bueno al acuerdo, pero la Generalitat aún no ha tomado la decisión de firmarlo ni ha establecido una fecha a corto plazo para hacerlo. Esta falta de compromiso por parte de la administración autonómica mantiene bloqueados los fondos necesarios para la construcción de los nuevos bloques, retrasando la transformación del barrio.
A pesar de ello, Pimesa ha logrado importantes avances en los trabajos previos, y ya tiene luz verde para demoler los bloques 11 y 14, que actualmente están vacíos. El servicio de demolición está en proceso de licitación, y se espera que la adjudicación pueda realizarse en el Consejo de Administración de Pimesa del próximo mes de enero.
En cuanto a los edificios ya construidos, quedan cuatro casos pendientes: dos propietarios con derecho al realojo y dos ocupaciones ilegales. De los propietarios, uno está en proceso de reclamación y el otro aún no ha ejercido su derecho a entrar a las viviendas nuevas. Por su parte, las ocupaciones ilegales están en diferentes fases: una a la espera de sentencia judicial y la otra en proceso de desalojo mediante un expediente de expropiación.
El último caso resuelto ha sido el de un vecino del bloque 11, en situación de vulnerabilidad, que ha llegado a un acuerdo para una solución habitacional adaptada a su situación, tras enfrentar un proceso de desahucio.
Aunque estos avances son muy importantes, el futuro del proyecto sigue dependiendo de la firma del convenio tripartito. Sin el acuerdo entre Generalitat, Ayuntamiento y Ministerio, no se puede garantizar la continuidad de las obras y los plazos para completar la renovación del barrio de San Antón siguen siendo inciertos.