Setter, la icónica marca española de motocicletas fabricadas en Elche entre 1951 y 1970, volvió al mercado en 2017 tras décadas de ausencia, combinando su legado histórico con la tecnología actual.
La historia de Setter comenzó en los años 50 gracias a Miguel Santonja Santonja, un mecánico originario de Alcoy que, tras asentarse en Elche, identificó una creciente demanda de bicicletas y ciclomotores. Con una idea innovadora, decidió equipar bicicletas con motores auxiliares de transmisión por rodillo, convirtiéndolas en ciclomotores funcionales.
Inicialmente, los motores se fabricaron bajo la marca Santonja en su taller de la calle Maximiliano Thous, 31, en Elche. Sin embargo, con el paso del tiempo, la marca adoptó el nombre Setter. Este nombre surgió como una broma entre distribuidores y hacía referencia a un perro fiel y confiable, un guiño al deseo de “acabar con los de GAC”, una marca rival cuyo símbolo era un gato.
Producción y éxito
Durante sus dos décadas de actividad, Setter diseñó y fabricó motores propios con cilindradas de entre 44 y 125 cc. Estos motores no solo equiparon sus motocicletas, sino que también se integraron en modelos de otras marcas, como las Ducson de Vicente Solá y las RMH de Rafael Mira e Hijos.
El taller llegó a emplear a unos 30 operarios, alcanzando una producción anual de entre 250 y 400 unidades a finales de los años 50. En total, se estima que fabricaron cerca de 7.000 motocicletas y motores, destacando modelos como:
• Ciclomotor de 60 cc (1952-1953): el primer modelo propio.
• Motocicleta M-59 E de 74 cc (1959-1961): un modelo que triunfó en competiciones de resistencia y velocidad en el Levante español.
• Motocicleta F (1961-1966): con motor de 74 cc y tres velocidades, ofrecía un diseño moderno y atractivo.
• Motocicleta H (1961-1966): equipada con un motor de 125 cc, fue la de mayor cilindrada y sirvió de base para los modelos RMH.
El fin de una era
En los años 60, Setter dejó de fabricar motocicletas debido a la crisis del sector, provocada por la popularización del automóvil económico (como el SEAT 600) y cambios en las normativas. A partir de entonces, la empresa se enfocó en la fabricación de maquinaria para la industria del calzado, consolidándose como uno de los principales fabricantes nacionales de tecnología para inyección de suelas bajo la misma marca Setter.
El renacimiento de Setter
En 2017, los herederos de Miguel Santonja decidieron recuperar la esencia de Setter y relanzaron la marca con modelos adaptados a las exigencias actuales. Ejemplo de ello son:
• Setter Fenix (2017): motocicleta de 125 cc con cinco velocidades y normativa Euro IV.
• Setter ARECA (2020): otro modelo de 125 cc, diseñado con tecnología moderna y elegancia clásica.
Además de producir motocicletas, Setter se diferencia en el mercado actual por su enfoque en el cliente, ofreciendo atención personalizada y manteniendo contacto directo con quienes adquieren sus modelos.
Setter no solo fue un hito en la industria motociclista, sino también un ejemplo del espíritu emprendedor ilicitano y es mucho más que una marca del pueblo, es una leyenda que sigue rodando.