Pues ya tenemos aquí de nuevo el anuncio del proyecto del tranvía de Elche que unirá la ciudad con Torrellano y con el aeropuerto, según anunciaron a bombo y platillo la Consellera de Infraestructuras Salomé Pradas y el alcalde de Elche Pablo Ruz. Lo hicieron en un desayuno informativo en la ciudad de Elche, cuestión que luego refrendó el propio alcalde en una televisión local y donde dio más detalles del proyecto. No sé si tomarme esto como un anuncio o amenaza de fracaso y eso solo nos lo dirá el tiempo, ya que según el alcalde ilicitano este tranvía que será de alta calidad en sus servicios y de cero emisiones no necesitará catenaria para su puesta en funcionamiento e incluso no necesitará vías como dijo en su día el PP de Elche.
Ya les veo a ustedes preguntándose lo mismo que me pregunto yo ante tales afirmaciones sobre este tranvía. ¿Cómo es posible la instalación de un tranvía, por muy ecológico que sea, sin catenaria y sin vías? Y la respuesta, espero que no sea la que me estoy barruntando, es que de lo que nos están hablando, pero sin decirlo, es de un gran autobús que haga ese recorrido que tanta falta nos hace. Si fuera así y esto lo veremos en el futuro, nos están tomando el pelo a los ilicitanos. Lo que es innegable es que una infraestructura como un tranvía hace falta a la ciudad, para su conexión con el aeropuerto y posteriormente con la ciudad de Alicante para así vertebrar todo nuestro municipio y conseguir más competitividad empresarial y económica no ya solo en la provincia sino también en toda la comunidad autónoma, pero si la idea es poner un autobús de grandes dimensiones y ecológico que lo digan desde un principio y nos ahorramos sofocos después.
En la película del año 1996 “Tranvía a la Malvarrosa”, un joven de provincias llega a Valencia a estudiar Derecho por orden de su padre y es en la capital del Turia donde despierta a la vida y deja atrás su bisoñez de juventud. Esperemos que desde Valencia no se aprovechen de la posición de pipiolos que tenemos los ilicitanos con este proyecto y el sueño de tener un tranvía se transforme en pesadilla con un autobús mondo y lirondo, que nos hayan tenido oculto hasta el último momento la Consellería de Infraestructuras y el gobierno ilicitano del Sr. Ruz y VOX.