Tras ocho años en marcha, la Fundación “Un Abrazo de Luz” ha inaugurado una “canguroteca” para apoyar a las familias más vulnerables en el cuidado de sus bebés. Además, ha ampliado su servicio a mayores de doce años con la reciente creación de un “Aula Joven”, que cada tarde acoge a decenas de adolescentes en riesgo de exclusión social.
Con una amplia sonrisa y sabiendo los nombres y las historias de cada uno, Mª José Martínez Cruz y su equipo reciben cada tarde a los niños y niñas que acoge la Fundación “Un Abrazo de Luz”. Este recurso socioeducativo, que lleva en marcha en Elche ocho años, ha visto un notable incremento en el número de jóvenes que forman parte del proyecto.
“En nuestros inicios contábamos con unos 50 chicos y chicas, y ya andamos por el centenar”, explica la presidenta de la Fundación, Mª José Martínez Cruz. Inicialmente, el programa estaba dirigido a niños y niñas de 3 a 12 años y sus familias, pero la creciente demanda y necesidad detectada ha llevado a ampliar la ayuda más allá de estos límites de edad.
“Canguroteca” para Apoyar a las Familias con Bebés
Desde hace unas semanas, la Fundación ha habilitado un espacio para el cuidado de bebés, conocido como “Canguroteca”, donde se acoge diariamente a más de una docena de pequeños. Este servicio está diseñado para ayudar a las familias que necesitan trabajar pero no pueden permitirse una guardería.
“Es la pescadilla que se muerde la cola. Las familias necesitan trabajar para sacar adelante a sus hijos, pero no pueden permitirse una guardería. Con la Canguroteca les facilitamos conciliar sus necesidades y encontrar una solución social a su problemática”, señala Mª José.
Un “Aula Joven” para Adolescentes en Riesgo de Exclusión
Para aquellos que han superado los doce años, la Fundación ha abierto recientemente un “Aula Joven” en un local cercano, en pleno barrio de El Raval. Este espacio recibe cada tarde a decenas de adolescentes en riesgo de exclusión social, ofreciendo apoyo en sus estudios y formación, así como en su desarrollo social y emocional.
“Vienen de forma libre y voluntaria y les acogemos, les brindamos un sitio donde estudiar, apoyo con monitores y profesores e incluso tecnología… lo que necesiten”explica la presidenta de “Un abrazo de luz”.