La Fiscalía de Área de Gijón lo tiene claro: un año y diez meses de prisión es lo que pide para un aficionado del Sporting de Gijón acusado de lanzar insultos racistas contra el jugador del Elche CF, Bambo Diaby, al finalizar un partido disputado en el estadio de El Molinón-Enrique Castro “Quini” el pasado 18 de enero.
Pero no solo eso. El Ministerio Público también solicita que se le prohíba el acceso no solo a El Molinón, sino a todos los estadios donde se celebren competiciones de LaLiga, RFEF, UEFA y FIFA durante tres años. Una medida que busca ir más allá del castigo penal y enviar un mensaje claro: el racismo no tiene cabida en el fútbol ni en las gradas.
En su escrito de acusación provisional, la Fiscalía detalla que el investigado, abonado del Sporting, acudió ese día al encuentro contra el Elche CF y, una vez terminado el partido, profirió gritos e insultos de carácter racista dirigidos al defensa franjiverde Bambo Diaby. Los hechos, que fueron puestos en conocimiento de las autoridades, han derivado en esta petición de pena por un delito contra los derechos fundamentales y las libertades públicas.
El caso, que será juzgado en el Juzgado de Instrucción número 2 de Gijón, se enmarca dentro del creciente rechazo institucional a las manifestaciones racistas en los estadios españoles, donde LaLiga y la Fiscalía han intensificado sus esfuerzos por detectar, investigar y sancionar este tipo de comportamientos.