UMH

Un estudio de la UMH desvela por primera vez los movimientos de larga distancia de la cerceta pardilla, una especie en peligro crítico de extinción

La investigación revela que los desplazamientos de esta anátida no siguen los patrones migratorios clásicos y podrían responder a un comportamiento nómada ligado a los humedales temporales
FacebookTwitterWhatsApp
Daniel Ruiz Perona
29 de septiembre de 2025 - 14:46

Investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), en colaboración con técnicos de la Generalitat Valenciana y la Junta de Andalucía, han descrito por primera vez los movimientos de larga distancia de la cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris), una de las aves acuáticas más amenazadas de Europa. El trabajo, que evalúa también los factores que impulsan a estos ejemplares a cruzar hacia el continente africano, constituye un hito en el conocimiento de una especie cuya supervivencia depende de medidas de conservación urgentes y coordinadas.

Desde 2018, el equipo ha marcado más de un centenar de aves con dispositivos GPS que transmitían la información a través de la red de telefonía móvil. Sin embargo, a pesar del esfuerzo de seguimiento, solo se registraron 18 ejemplares que cruzaron el Mediterráneo. “Esto da una idea de las múltiples presiones que sufre la especie y que limitan su supervivencia”, explica Irene Pacheco, investigadora del Centro de Investigación Agroalimentaria CIAGRO-UMH y principal autora del estudio.

Los resultados revelan un marcado contraste entre las dos principales áreas de distribución de la especie. En las marismas del Guadalquivir, los individuos se desplazaron sobre todo en primavera, mientras que en los humedales del sur de Alicante lo hicieron en otoño, tras la época reproductora. Según Pacheco, este comportamiento rompe con el patrón migratorio habitual de la mayoría de aves, que suelen reproducirse en el norte e invernar en el sur. En la cerceta pardilla, los movimientos son mucho más variables y parecen responder a la búsqueda de humedales temporales, lo que los acerca al comportamiento de aves nómadas.

El estudio también revela diferencias según el origen de los ejemplares. Las aves salvajes realizaron más cruces hacia África que las criadas en cautividad, lo que apunta a que los programas de cría pueden influir en su capacidad de adaptación al medio. No obstante, la interacción entre ambos grupos podría ser clave para mejorar la eficacia de estas iniciativas. “Registramos un caso en el que un ejemplar salvaje y otro criado en cautividad cruzaron juntos. Esto refuerza la idea de que el contacto con congéneres silvestres puede ayudarles a aprender y responder mejor a los cambios en su entorno”, señala Pacheco.

Durante el siglo pasado, la cerceta pardilla fue abundante en los humedales ibéricos, pero desde mediados del siglo XX su población sufrió un declive drástico que la situó en la categoría de peligro crítico de extinción, por encima incluso de especies emblemáticas como el lince ibérico o el oso pardo. Para revertir esta situación, se han puesto en marcha programas de cría en cautividad en Andalucía y Alicante, pero aún quedan incógnitas sobre su ecología y necesidades de conservación.

El estudio, financiado por la Generalitat Valenciana, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Fundación Biodiversidad, el proyecto LIFE Cerceta Pardilla y la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía, aporta información clave para diseñar medidas más eficaces y de carácter transfronterizo. Identificar las áreas críticas de la especie y comprender sus movimientos es esencial para garantizar la supervivencia de esta anátida, cuya preservación depende del equilibrio de unos humedales cada vez más amenazados por el cambio climático y la presión humana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Nuevo banner Pepe Ruiz Torres