La Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche ha estado presente en el XXXV Congreso Internacional de Geriatría y Gerontología, celebrado recientemente en Ourense bajo el lema “Envejecimiento, bienestar y atención especializada”, con una destacada aportación por parte de los investigadores María Antonia Parra Rizo, profesora del Departamento de Psicología de la Salud, y Sergio Hernández Sánchez, docente en el Grado en Fisioterapia.
En el marco del simposio Cátedra Cruz Roja–USC Envellecemento, ganancias e resiliencia, ambos presentaron el trabajo titulado “Preparación profesional para el abordaje de la soledad en contextos sanitarios”, una investigación que plantea una profunda reflexión sobre la soledad en las personas mayores y su tratamiento desde la formación de los profesionales sanitarios. El estudio ha sido desarrollado en colaboración con la Universidad Arturo Prat de Chile y la Universidad de Évora, en Portugal, y representa un enfoque interdisciplinar que conecta psicología, fisioterapia, medicina, geriatría y ciencias sociales.
La investigación parte de un hecho cada vez más evidente: la soledad, especialmente en la vejez, se ha convertido en un determinante social clave para la salud. Más allá del impacto emocional, la soledad tiene consecuencias médicas demostradas como el aumento de la morbilidad, la mortalidad prematura, los trastornos depresivos, y una mayor dependencia de los servicios sanitarios. En este sentido, el estudio defiende la necesidad de formar a los futuros profesionales del ámbito sanitario para que no solo sean capaces de diagnosticar y tratar dolencias físicas, sino también de reconocer y afrontar los factores psicosociales que inciden en la salud y el bienestar, especialmente en las personas mayores.
El trabajo propone un modelo formativo integral, innovador y humanizado que combine la preparación técnica con el desarrollo de habilidades como la empatía, la escucha activa, la comunicación eficaz y el respeto hacia la individualidad de cada paciente. El modelo busca formar a profesionales capaces de comprender a la persona mayor no solo como paciente, sino como un ser social y emocional cuyas circunstancias vitales deben ser entendidas en profundidad para ofrecer una atención verdaderamente integral.
Uno de los elementos más novedosos del estudio es la introducción de simulaciones y escenarios interactivos en la formación sanitaria. Estas dinámicas permitirían a los estudiantes experimentar situaciones clínicas en las que se enfrentan a dilemas éticos, decisiones emocionales y relaciones interpersonales complejas. Según los autores, estas simulaciones mejoran la capacidad de respuesta ante situaciones reales, reforzando las competencias sociales, relacionales y afectivas necesarias en el ejercicio profesional, especialmente en contextos como los centros sociosanitarios o residencias de mayores.
Además, el estudio subraya la importancia de transformar la tutoría clínica y la formación de residentes en una oportunidad no solo para adquirir conocimientos técnicos, sino también para consolidar valores humanos esenciales como la sensibilidad, la dignidad en el trato, y la responsabilidad social. Para Parra Rizo y Hernández Sánchez, la humanización del sistema sanitario pasa necesariamente por formar a profesionales capaces de ver más allá de la patología, e identificar las necesidades emocionales y sociales que también forman parte del proceso de atención.
El trabajo ha sido muy bien acogido por la comunidad académica y profesional presente en el Congreso, que reunió a expertos nacionales e internacionales para debatir sobre los desafíos del envejecimiento y la atención especializada. La propuesta de los investigadores de la UMH se alinea con las nuevas tendencias de formación sanitaria que abogan por una visión más global, integradora y centrada en la persona.
Aquellas personas interesadas en conocer más sobre esta propuesta formativa y los resultados del estudio pueden acceder al texto completo, que ha sido publicado en la revista Educación Médica.